El sábado se celebró una manifestación masiva en Nazaret, al norte de Israel, en protesta por el asedio israelí en la Franja de Gaza. Al menos 10.000 personas árabe-israelíes recorrieron las calles cantando y llevando pancartas.

Jamal Zahalka, miembro árabe-israelí del Parlamento Israelí (Knesset), declaró que “los responsables de crímenes de guerra perpetrados contra el pueblo palestino deben ser juzgados por un tribunal internacional (…) Asesinar a civiles, dejar que mueran de hambre y negarles atención sanitaria son crímenes de guerra, y sus responsables deben rendir cuenta de ellos en el marco del Derecho Internacional”.

La protesta reunió a representantes de diferentes grupos y partidos políticos árabe-israelíes, en un frente común para pedir el fin de la violencia israelí hacia la población palestina que vive en los Territorios Ocupados.

Las personas árabe-israelíes son palestinas que permanecieron en sus hogares cuando se creó el estado de Israel en 1948. Constituyen el 20% de la población de Israel, y la mayoría tiene lazos familiares con las personas palestinas que huyeron a los campamentos de refugiados de los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania. Sin embargo, como las personas palestinas que se quedaron en Israel tienen carnets de identidad israelíes, tienen prohibido visitar los territorios palestinos; y la población palestina que vive en esos territorios tiene prohibida la entrada en Israel.

En la reunión del sábado, Sheikh Raed Salah, jefe del Movimiento Islámico que hay en Israel, declaró: “A pesar de este ambiente festivo de las vacaciones, nuestros corazones están abrumados por la tristeza, y así seguirán hasta que se establezca un estado palestino con Jerusalén como capital”.

Las y los manifestantes pidieron el fin del asedio en Gaza, que ha supuesto el cierre por parte de Israel de todas las fronteras de la Franja de Gaza desde mayo, lo que impide toda salida o entrada tanto de la población como de toda importación o exportación en la zona. Esta situación ha llevado a una tasa de desempleo del 90%, a que las tasas de desnutrición afecten ya al 40% de las y los niños de Gaza, y a unas condiciones de pobreza y estrés generalizadas, en esta región que la población de Gaza llama “la cárcel al aire libre más grande la tierra”. La Franja de Gaza es uno de los sitios con mayor densidad de población del planeta, donde se alojan 1,3 millones de personas palestinas, muchas de las cuales son refugiadas procedentes de lo que ahora se llama Israel.

Traducción, Megan Fisher, IMEMC