Excavadoras de la municipalidad de Jerusalén demolieron el miércoles una serie de pisos que pertenecen a dos residentes en el barrio árabe de Al Tour, en Jerusalén oriental. Las autoridades israelíes también entregaron 22 notificaciones a los residentes sobre la intención de demoler sus hogares. El ataque se inició cuando policías israelíes y miembros de las Unidades de Guardia de Fronteras, junto con las Fuerzas Especiales, rodearon el barrio Al Tour y prohibieron a los residentes acercarse a la zona.

La familia de Amin Ibrahim Al Abbasy, declaró que excavadoras israelíes demolieron su casa en la calle Anbar, sin previo aviso.
Ibrahim Al Abbasy dice que se informó el lunes del año pasado que las autoridades israelíes iban a demoler su casa, pero no se le dio una notificación oficial con fecha fija para la demolición de su propiedad. Presentó un recurso ante el Tribunal Supremo de Justicia de Israel, que fue desestimado.

Al Abbasy construyó su casa en 1996 y vivía en ella junto con su esposa y siete hijos. Tiene cuatro apartamentos, cada apartamento de 400 metros cuadrados con tres habitaciones y baño. Dos de los cuatro apartamentos estaban terminados y otros dos seguían en construcción.

Del mismo modo, las excavadoras israelíes demolieron la casa de Majid Zaki Al Salaima, en la calle Al Sahl en Jerusalén. El afectado, no se encontraba en la casa y sus vecinos le llamaron por teléfono diciéndole que el ejército, acompañado con excavadoras, estaba rodeando su propiedad. Inmediatamente después, Majad se puso en contacto con su abogado, que llamó la municipalidad de Jerusalén y los funcionarios le dijeron que no se iba a demoler la casa. Sin embargo, sobre el terreno, la casa ya estaba siendo arrasada.

La demolición incluye dos apartamentos de 85 metros cuadrados cada uno, de dos habitaciones, baños y salón. Catorce miembros de la familia tenían previsto vivir en ellos. Al Salaima, su esposa y sus ocho hijos, tenían previsto vivir en un apartamento mientras que su hijo Hamza, de 35 años, planeaban vivir en otro con su esposa y tres hijos.

Declaró que, sin previo aviso, personal del municipio colgó un aviso en su puerta que le informaba de la futura demolición de su casa.
El abogado presentó un recurso y el municipio decidió el 21 de febrero de 2008 demoler su casa, con el argumento de que 30 centímetros de una esquina de 4 metros no fue incluida en el plan inicial de construcción aprobado por el municipio. Después le dieron de plazo hasta el 20 de julio de 2009 para conseguir la licencia de esos centímetros de más, o sería demolida.
Al Salaima añadió que demolieron la sección adicional la semana pasada y dejando sólo un pequeño pilar de apoyo para la azotea. ‘Yo estaba planeando construir un apoyo especial con el fin de sujetar la azotea antes de que fuese destruidos los 30 cms. adicionales’, afirmó.

Cabe mencionar que Al Salaima vive en una pequeña casa en el campamento de refugiados de Shu’fat, y tuvieron que construir una nueva casa para vivir con su familia. El costo de la construcción de los apartamentos, fue de 50,000 dinares jordanos.

‘La ocupación es racista, sionista, y no quiere que ningún palestino permanezca en Jerusalén’, afirmó: ‘La municipalidad de Jerusalén nos discrimina, ellos hacen las leyes y después las violan’.

Por otra parte, la municipalidad de Jerusalén emitió la orden de demoler 22 casas en los barrios de Al Farouq Al Loza y Silwan, al este de la ciudad de Jerusalén. El municipio alega que las casas fueron construidas ilegalmente.

Traducción M.A.B