El martes los agricultores de Ni’lin, situado cerca de la ciudad de Ramala, organizaron otra manifestación masiva para proteger sus tierras y vidas de la destrucción por el muro ilegal israelí. Ya que los trabajadores de la construcción no aceptaron poner fin a su trabajo a petición del pueblo, los manifestantes han inutilizado su equipo. Después de que cientos de manifestantes se hubiesen reunido en el centro de pueblo, la manifestación tomó un camino diferente del que cogerían normalmente. En lugar de ir como de costumbre a la parte más avanzada de la construcción del muro, que está en la actualidad destruyendo las tierras de la aldea, los manifestantes marcharon hacia el final de la zona donde las excavadoras estaban trabajando. En esta parte la destrucción había comenzado hace ya dos meses y está a alrededor de 1,6 km de distancia del primer frente del lugar de construcción.

Los manifestantes se enfrentaron a 4 excavadoras, 2 jeeps y un camión, mientras que el ejército israelí estaba situado al otro extremo de la obra.

Los agricultores con los apoyos internacionales e israelíes, exigió la paralización de la destrucción de sus tierras. Se situaron en mitad del camino de la construcción y se tendieron en el suelo frente a las excavadoras para impedir la continuación de su trabajo.

Sin embargo, los conductores de las excavadoras continuaron ciegamente con su labor. En este momento, los manifestantes no tenían otra opción más que la inhabilitación de los equipos. Comenzaron entonces a tirar piedras, rompiendo las ventanas de las excavadoras y atacando a los jeeps y a los camiones.

Cuando las tropas israelíes llegaron a la zona tres horas más tarde, los manifestantes cambiaron de táctica y se trasladó a la parte delantera de la construcción. Antes incluso de estar cerca de las excavadoras, las tropas israelíes comenzaron a disparar gases lacrimógenos, bombas de sonido y balas recubiertas de goma a mansalva. Diez personas resultaron heridas, entre ellas una niña de 12 años, y otro niño de 9.

Después de estos ataques contra los manifestantes del pueblo, cuando creían que la confrontación se estaba calmando, la gente regresó al pueblo de Nil’in y encontró al ejército que les atacó de nuevo a la entrada del pueblo. Volvieron a disparar gases lacrimógenos dentro de dos edificios situados cerca del muro. Los gases lacrimógenos incluso entraron en el interior de la clínica médica, lo que supuso una amenaza para la salud de las personas que habían sido llevados allí para el recibir atención tras la manifestación.

Al final los soldados israelíes intentaron secuestrar a un grupo de activistas internacionales y periodistas independientes presentes en la manifestación para confiscar sus cámaras con el fin de poder identificar a los jóvenes que participan en las protestas. Sin embargo, la gente de Ni’lin cogió a los internacionales y les metieron en sus hogares, trasladándoles de casa en casa hasta lo más adentro de la aldea posible. El ejército tuvo que renunciar a este intento de represión, ya que no estaban dispuestos a entrar en la aldea.

Originarios de los palestinos de base Anti-Apartheid Wall Campaign

Traducción M.A.B. para IMEMC

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