El Tribunal Central Israelí en Jerusalén sentenció a un soldado Israelí a seis años y medio de cárcel a pesar de ser culpable de matar a un adolescente Palestino tirándole de un jeep militar en marcha, en Hebrón, según informa la web de noticias Arabs48. El incidente tuvo lugar hace seis años cuando los policías Israelíes de fronteras secuestraron a varios habitantes de la ciudad de Hebrón, al sur de Cisjordania, incluyendo a Amran Abu Hamdiyya, de 17 años. Mientras el jeep militar iba circulando, uno de los soldados identificado como Yania Lalza, empujó a Abu Hamdiyya fuera del vehículo en marcha, según añade Arabs48.
El oficial, Yanai Lalza, también está acusado de robo, destrucción de pruebas y obstrucción a la justicia.
El diario Israelí online Haaretz, informó que el soldado y sus compañeros secuestraron a varios Palestinos habitantes de Hebrón y les golpearon con porras de policía y rifles
En un trato con la acusación para evitar una pena mayor, el soldado confesó entre otras cosas, que él y otro soldado identificado como Shahar Botbeka, habían pegado a Abu Hamdiyya y después abrieron la puerta posterior del jeep en marcha, momento en el que Lalza le empujó fuera del mismo.
Haaretz añadía que el soldado había gritado “está muerto, está muerto”, pero que los soldados continuaron conduciendo y no intentaron ayudar al adolescente.
Los soldados más tarde taparon su crimen, falsificaron documentos y coordinaron sus historias, según informaba Haaretz.
El Departamento Israelí de Investigación mandó a un agente encubierto que se infiltrara entre los cuatro soldados sospechosos para reunir información sobre el ataque.
La investigación reveló que Lalza y otros soldados “celebraban su primer día de servicio en Hebron el 30 de Diciembre de 2002, llevando a cabo una campaña de abusos en la ciudad”, añadía Haaretz.
Los soldados primero secuestraron a un adolescente Palestino identificado como Ala’ Sonokrot, le llevaron a un descampado donde le obligaron a ponerse de cara a una pared.
Uno de los soldados identificado como Botbeka, golpeó al adolescente con el mango de un pico, mientras Lalza le golpeaba y le daba puntapiés.
Haaretz también informaba que un tercer soldado identificado como Denis Alhasoz, fotografiaba el abuso, mientras que otro soldado, identificado como Bassam Wahabe, que era el conductor del jeep, estaba de pie observando.
A este adolescente le fracturaron el cráneo y fue bajado después del jeep sin que los soldados le prestaran ninguna atención médica.
Otro abuso fue llevado a cabo por los mismos soldados contra Hamza Rajabi, de 22 años, cuando les soldados le golpearon y le robaron 150 NIS (unos 27 Euros, N.de T.), antes de dejarle marchar.
También en Hebrón y el mismo día, los soldados secuestraron a un hombre Palestino y después le ordenaron que saltara del jeep militar en marcha. El hombre consiguió saltar y se marchó de allí cojeando.
Más tarde, el mismo día, secuestraron a Abu Hamdiyya le golpearon y después le ordenaron que saltara del jeep en marcha. El trató de agarrarse a la parte superior del jeep y de evitar que los soldados le tiraran del mismo a empujones.
Haaretz dice que la Juez de la Audiencia del distrito de Jerusalén, Orit Efaal-Gabay, escribió en su veredicto que Botbeka usó la fuerza e hizo soltarse al joven, después fallecido, de la correa del jeep y le empujó fuera del vehículo que estaba circulando a 80 kms., casi 50 millas por hora
La Juez añade que la cabeza del joven se golpeó contra la calzada y que el soldado Lalza vió al adolescente luchando por su vida pero que “no levantó un dedo para ayudarle ni prevenir el resultado fatal”, decía Haarez.
El soldado también fotografió el incidente. La investigación llevada a cabo por el agente encubierto consiguió disolver la unidad.
Haaretz también informó que Israel decidió compensar a la familia con un importe de 450.000 NIS (aprox. 82.000 Euros, N. de T.), que debe pagar Lalza..
Además Haaretz también dice que el conductor del jeep ha sido condenado entre otras cosas, por ser “cómplice de la matanza” en un juicio separado y fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión.
La madre del adolescente asesinado dijo que la condena de cárcel contra Lalza es corta y añadió que su hijo era el único que ganaba el pan para su familia.

Traducción: amdelmar, para IMEMC

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