La familia del detenido Othman Mohammad Abu Khurj, de 38 años de edad y residente en la aldea de Zababda, cerca de Jenin, ha dicho que su hijo se enfrenta poco a poco al deterioro de sus condiciones físicas después de que un soldado le inyecta con una aguja contaminada con hepatitis C.Su esposa dice que su marido, -que fue condenado a la pena máxima y un periodo adicional de veinte años-, sufría el pasado verano un dolor de muelas y uno de los soldados le inyectó con una aguja contaminada contagiándole la hepatitis C.

Añadió que la administración penitenciaria se niega a proporcionarle el tratamiento médico necesario, a pesar de que los médicos de la cárcel dijeron que necesita tratamiento urgente no disponible en la clínica de la cárcel.

También ha dicho su esposa que presentó su caso a un tribunal israelí y los soldados admitieron que le habían inyectado con una aguja sucia, pero insistieron en que primero se debe desestimar el caso antes de que reciba el tratamiento necesario.
En la actualidad es incapaz de comer y sólo está recibiendo glucosa IV. El detenido dijo que no va a abandonar el caso, incluso si ello le cuesta la vida.

Su esposa ha hecho un llamamiento a los grupos de Derechos Humanos, a nivel local e internacional, para intervenir y salvar la vida de su marido, ya que tiene el Derecho, reconocido internacionalmente, a recibir el tratamiento médico necesario sin precondiciones.

Su esposa solicita que su marido sea trasladado a un hospital de Egipto para recibir la atención médica necesaria.

El detenido Abu Khurj fue secuestrado por el ejército en el verano de 2003 y fue condenado a la pena máxima y un plazo adicional de veinte años. Sufre de varias enfermedades crónicas, además de la hepatitis C y se encuentra perdiendo peso gradualmente.

Traducción M.A.B para IMEMC

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