En la última de una serie de provocaciones durante esta semana, el gobierno israelí ha retenido parte de la financiación mensual de la Autoridad Palestina – impuestos recaudados entre la población palestina por las fuerzas de ocupación israelíes, que luego pagan al gobierno palestino a su discreción.
Los ingresos fiscales que normalmente se pagan a la Autoridad Palestina sirven para pagar los sueldos de los empleados públicos, la asistencia médica, las pensiones de jubilación y las ayudas a los discapacitados palestinos. La Autoridad Palestina desde hace mucho tiempo ha rogado a las autoridades israelíes que le permitan recaudar y distribuir el dinero de sus impuestos, pero la autoridad de ocupación israelí siempre se ha negado. En tiempos de tensión, el Gobierno israelí a menudo se niega a dar al gobierno palestino los impuestos pagados por el pueblo, como una forma de castigo al gobierno palestino debido a decisiones diplomáticas o políticas que no son aceptables para Israel.

En este caso, los75 millones de dólares mensuales a ingresar, fueron retenidos por el gobierno israelí, después de que el Primer Ministro palestino Salam Fayyad pidiese el fin a la expansión de los asentamientos ilegales de judíos de Israel en tierras palestinas incautadas en Cisjordania. Fayyad escribió una carta a la Unión Europea instando a los primeros ministros a rechazar la admisión de Israel en la Unión Europea hasta que Israel deje de ‘hacer caso omiso a sus obligaciones internacionales’ de poner fin a la expansión de los asentamientos en territorio palestino.

El gobierno israelí acusó a Fayyad, que es ampliamente respetado por los gobiernos occidentales, de tratar de ‘minar’ las relaciones de Israel con la Unión Europea. Así pues, en respuesta, el Ministro de finanzas israelí, Ronni Bar-On decidió castigar a todos los empleados del gobierno palestino, los pensionistas jubilados, y los discapacitados, negándose a entregar al pueblo palestino los ingresos fiscales. El Ministro de Hacienda cedió un poco después de un clamor popular, y se ha comprometido a entregar una parte de los ingresos fiscales, pero mantener retenido la mayor parte del dinero.

El paso marca un nuevo mínimo en las relaciones entre el actual gobierno israelí y el Gobierno no electo del Presidente palestino Mahmoud Abbas. Abbas, nombró a su gobierno bajo la presión de Israel, después de que el gobierno israelí se negase a aceptar los resultados de las elecciones legislativas palestinas de 2006 que daban el poder de la Autoridad Palestina al movimiento islámico de Hamas.

Traducción M.A.B para IMEMC