Una periodista Holandesa que llegó al Aeropuerto Israelí de Ben-Gurion el lunes fue detenida allí mismo por las fuerzas Israelíes durante 24 horas, y luego, sin permitirle entrar en Israel fue deportada a Holanda. La periodista, Abir Sarras, está trabajando para Radio Netherlands International (Radio Internacional de los Países Bajos) y estaba de camino hacia los territorios Palestinos para informar sobre las conmemoraciones de la Catástrofe (Naqba) que tendrán lugar en Mayo. Por la seguridad Israelí del aeropuerto se le dijo que debido al hecho de que ella es en parte Palestina, y lleva una tarjeta de identidad Palestina además de su pasaporte Holandés, no se le permite la entrada a través del Aeropuerto Ben Gurion. El Ministerio Israelí del Interior confirmó que cualquier persona que lleva un carnet de identidad Palestino debe viajar por ‘la ruta Palestina’ a través de Jordania.
La experiencia de Sarras fue muy diferente a la de su colega, Nicolien den Boer, que llegó al aeropuerto de Ben-Gurion el 9 de Abril. Den Boer fue interrogada durante cinco horas, pero se le permitió entrar, e inmediatamente se le narró la explicación del conflicto en la oficina de prensa del gobierno Israelí. Ella escribió acerca de su experiencia en un blog que ha estado circulando por Internet, en el que se dice que las medidas de seguridad que ella experimentó son necesarias para que Israel pueda mantener su seguridad en vista de las amenazas ‘terroristas’.
Se desconoce si Den Boer ha visitado el lado Palestino del Muro, ya que los Israelíes evitan habitualmente que los periodistas Occidentales viajen a los territorios Palestinos controlados por Israel para que puedan informar sobre las realidades diarias de la vida bajo la ocupación. Lo que es cierto sin embargo, es que a Sarras no se le permitirá visitar el lado Israelí del Muro, si puede comprar otro billete de avión y entrar a través de lo que los Israelíes designan ‘Cruce Palestino’. A causa de ser en parte Palestina, las autoridades Israelíes consideran a esta periodista extranjera que automáticamente es una amenaza, y no le permitirán ver lo que hay en la parte del Muro Israelí por ellos edificado.
Mientras Nicolien Den Boer podrá viajar libremente para cubrir la historia que le han asignado, su compañera periodista, asignada por el mismo noticiario, será confinada en los siempre estremecedores ghettos del lado Cisjordano de Palestina –suponiendo que, ella pueda permitirse comprar otro billete de avión después de haber sido deportada y haber regresado en avión a Holanda.
Traducción: amdelmar – IMEMC

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